UN RISOTTO FUNGHI PORCINI, EN MILÁN

He de reconocerlo. Soy un amante del arroz. Pero, los risottos italianos, aun me gustan más. Uno de los más famosos es el risotto funghi porcini, que no deja de ser un arroz con setas. Pero el toque que le dan en Italia, hace de él algo más que un simple arroz. También es cierto que no siempre se acierta.

La elección del restaurante es esencial. La Buca, en el entorno de la Estación Central, y los bajos del Hotel San Carlo, es un restaurante especializado en marisco y pescado, con capacidad para unas 100 personas. Pero uno tenía entre ceja y ceja, el funghi porcini que aparecía en el menú. Y cuando vino, la pinta no la tenía mala. Lo que le falló fue la salsa, que estaba demasiado licuada, lo cual le quitó el sabor.

El personal, atento y el servicio rápido. Al haber ido pronto a comer, no había mucha gente.

Precio: Razonable

Limpieza: Buena

Oferta: Marisco y Pescado es la especialidad.

Mantel y Servilleta - de Tela

RECOMENDADO, sobretodo el pescado y marisco... El arroz, mejor buscar otro restaurante.

RISTORANTE LA BUCA

Vía Napo Torriani, 28

20124 MILÁN

+39 02 66 93 774

El restaurante está cerrado el sábado por la mañana y el domingo.

EL TUBO, PARA TAPAS

Zaragoza es el Tubo, para muchos turistas. Los locales, sabemos que hace tiempo que la zona murió... pero está resurgiendo poco a poco. La apertura del Plata y de Casa Lac, vuelven a ser dos atractivos que hacen que haya más atracción por el sitio. Pero son varios los bares que han abierto en los últimos años, convirtiéndose en un centro de tapas.

La Miguería (c/ Estébanes, 4 - 50003 Zaragoza) es una buena forma de empezar. Algo típico aragonés. Migas apañadas de muchas formas: desde las más sencillas, con "ajico" y uva, pasando por las que van acompañadas de longaniza, o las de morcilla, o incluso las dulces con chocolate o acompañadas de naranja. Además, tienen selección de ensaladas y tostadas (que también son altamente recomendadas). Para los que no conciben comer sin carne, se recomienda su Carne a la Piedra.

Bodegas Almau (c/ Estébanes, 10) es un local fundado en 1870, más conocido por ser lo que dice su nombre... Una bodega. Pero no por ello, hay que dejar de acompañar los ricos caldos con sus tapas: montaditos de jamón batido, pimientos rellenos, croquetas de jamón, tortillas, raciones de queso, jamón o chorizo, o unas banderillas de toda la vida. Curiosamente, disponen de una terraza en un solar de en frente, que conserva los muros de la antigua casa, pero que le da un ambiente acogedor.

La Cueva en Aragón (c/ Libertad, 16) es quizás el más curioso, y uno de mis locales de tapas preferidos de Zaragoza. Abierto en 2002, sólo dispone de una tapa, al más estilo logroñés (calle del Laurel) del que dicen es seguidor. La tapa suele tener 3 pisos de champiñones fritos sobre una rodaja de pan, con una salsilla, que ellos sabrán qué ponen, pero... que está riquísimo. Sencillo pero de lo más curioso. Pero, para impacientes, un consejo. Cuando te lo den, espera un poco, sino, se te quemará el paladar o la lengua... Por eso, no lo recomiendo como el primer sitio donde ir de tapas. Si tienes el estómago medio lleno, la espera será posible.

Un día de estos tengo que ir al Texas, a por las famosas papas bravas, a Casa Lac, a ver qué se cuece allí, a La Empanadilla, entre otros, para poder completar esta entrada.

DE TAPAS POR BILBAO

El Sábado Santo, de excursión por Bilbao... Visita obligada al Guggenheim. Siempre me habían dicho que Bilbao no era fea... Era horrorosa. Quizás por eso, no había ido nunca. Pero al final, uno se da cuenta de que aquello que le dicen, no siempre es correcto.

La ciudad me sorprendió. La recuperada ribera de la ría, se ha convertido en una zona de esparcimiento increíble.

El museo de arte moderno, impresionante, así como las esculturas que decoran su entorno. Las nuevas pasarelas, también dan un toque moderno, a la vez que dan ese servicio.

Y cómo no, llegó la hora. Había que comer. Nos dirigimos al casco histórico, Siete Calles, donde descubrimos, tras preguntar, claro está, la Plaza Nueva.

Una plaza con porches, que en su perímetro, esconde infinidad de bares de tapas. ¿Cuál es el mejor? Pues, yo qué se... Había que empezar por uno:

El Zuga, donde me tomé una tapa de Morcilla con queso y tomate. Una pena que fuese directica al microondas... pero estaba buena.

Acto seguido, fuimos al Urdiña, donde me tomé una tapa de palito de cangrejo (Chaka como la llaman allí) con gamba. Pero opté por pedir otra tapita: huevo de codorniz con salmón. Ricas.

En el Erreka vi una que me tomé en San Sebastián y que me gustó: Muselina de Ibéricos. No me decepcionó. Seguí con la doble tapa y me pedí una croqueta de jamón. Un poco floja de relleno de jamón, pero rica de sabor.

Pero donde realmente disfruté, fue en el Plaza Nueva. La taberna estaba decorada con el tema de Semana Santa. Todas las tapas tenían una relación con alguna cofradía. Pero todo empezaba por que los camareros Jon (en la primera foto) y Txema, nos trataron estupendamente. Me confundieron con un Gallego... No entiendo por qué, pues mi acento, es puramente maño... pero bueno...

Tuvieron tiempo para explicarnos las tapas, el por qué de la temática, e incluso nos dijeron cuál eran las siguientes temas: El Atleti, Peces, Hawaii... En fin, que en lo que a trato se refiere, un 10, chicos.

Pero el montadito de queso con jamón que me pedí, no lo había probado todavía. Lo siento, Jon, pero no me acuerdo del nombre que me dijiste que tenía la tapa... Pero al probarla, me quedé embobado. Impresionante lo rica que estaba. Altamente recomendable... El resto, también tenían buena pinta. Es una pena que llegara a este sitio cuando tenía ya el estómago lleno, pero... la próxima vez, será mi primera elección si dudarlo... Para mi, el mejor sitio de tapas.

EL CALAMAR BRAVO DE ZARAGOZA

Si hay un local que todo el mundo conozca en Zaragoza es El Calamar Bravo. Desde jóvenes, nos ha ofrecido unos bocadillos de calamares con salsa que están de rechupete. Es un buen sitio para ir con amigos, para llevar a foranos, para comer algo sin complicaciones... Excepto una. Buscar sitio y que te sirvan rápido. Obviamente, las tardes de los fines de semana, está plagado de jóvenes y no tan jóvenes que van a por su ración de calamares en bocadillo. Pero, entre semana, sí que te permite disfrutar de un bocadillo.

Pegas, también las tiene. No hay mesas, ni sillas, ni banquetas ni nada... De pie toca estar. Los bocadillos, al morder, sueltan salsa, por lo que es recomendable tenerlo en cuenta para que no te caiga encima.

El local no es nada del otro mundo. Un sitio casposillo, diría yo, pero seamos francos, ahí se va a comer, no a disfrutar del local.

Precio: Barato.
Limpieza: Justita.
Oferta: Bocadillos de Calamar es la especialidad.
Mantel y Cubiertos - ¿Qué es eso?

RECOMENDADO para todos, zaragozanos y visitantes

El Calamar Bravo
Calle de Juan Moneva 5*
Zaragoza (España)
+34 976 212 841

* Parece que se van a trasladar a la calle 5 de Marzo, donde también esta su vecina "La Mejillonera".