Ante todo, la imagen que me llevé fue un gran desorden. Haciendo fila para entrar, la gente se cuela, sin ningún tipo de problema... la excusa, es que voy a preguntar qué tienen. Está claro que la gente no sabe leer el cartel que hay en la puerta, aunque algo más de información no vendría mal.
La sudorosa Mêtre, (creo que la he ascendido mucho) te pregunta: ¿cuántos van? Y según las personas, van siendo distribuidas, "aleatoriamente, diría yo". El gran restaurante, está compuesto de varias filas, por las que corretean los camareros con las bebidas. ¿qué más hacen? Pues no lo sé... por que el servicio es nulo a partir de entonces...
Te toman la bebida y te dejan a tu libre albedrío, sin preguntarte si es la primera vez, si sabes como funciona... Nada... búscate la vida.
El bufé empieza con ensaladas... pastas con salsas y pasta rellena con salsa. Hay mucha variedad, pero al final, todo parece saber igual. Yo me quedo con las pastas rellenas. El resto, tiene buena pinta, pero el sabor, no está "muy allá".
También se ofrecen pizzas variadas, que un sábado, tan apenas permanecen en oferta, pues se acaban antes de que todos puedan verlas, lasagna y canalones, que tienen una pinta que echan para atrás... A lo mejor, luego están de rechupete, pero la presentación es paupérrima. Además, se puede comer carne varia y pescado, con vegetales fritos o asados y las siempre bien recibidas, patatas fritas.
Con mi primer plato, la bebida, no había llegado a la mesa. Estuve comiendo "a palo seco" nunca mejor dicho, hasta que casi había terminado el primer plato.
La mejor parte es la del postre. Recomiendo las trufas... Impresionantes. Los profiteroles también están buenos pero el resto es más bien pobre tirando a insulso.
Tuve un percance con el sifón de chocolate para los profiteroles y le pregunté a una camarera, si tenía algo para limpiarme. Me ofreció una bayeta que más que limpiarme, creo que hubiera empeorado la situación. Opté por ir al servicio y usar el papel para limpiarme, con la mala suerte de que se acabó... Obviamente, no había nadie que se hiciese cargo de reponerlo, así que opté por preguntarle a unas señoras si eran tan amables de darme papel del servicio de señoras. Por cierto, el baño, daba asco...
Al final, todo limpio, salgo del servicio y otra camarera me pega un empujón, pero nada de perdón, ni nada... poco menos que se vuelve y me da una "h**tia".
Para terminar de empeorar las cosas, Se hizo una fila de al menos media hora, porque, "supuestamente" no funcionaba el lector de tarjetas. Una fila que llegaba hasta la zona de postres. Una fila, generada por la única caja de la que dispone el local (ni los chinos lo tienen tan mal montado). La cajera, bociferando en un españosequé idioma que hablaba...
Al preguntar sobre una tarjeta de visita, me dijeron "NO, TODAVÍA NO TENEMOS" pero puedes llevarte cualquiera de estos (grasientos) papeles, que igual tienes datos...".
Ellos dicen: Desarrollado bajo las premisas de las últimas y más modernas tendencias de restauración, (¿¿¿El bufé es última y más moderna tendencia???) ofrece una excelente atención al público, (MENTIRA - prácticamente inexistente), un servicio rápido, (pizzas que esperan a los comensales, cajas registradoras que esperan a los que quieren pagar... rápido no, rapidísimo)locales con un diseño muy cuidado y una calidad de producto excepcional (¿estamos hablando de el mismo restaurante o de una fantasía del dueño?). El márketin es bueno. Una pena que no se corresponda con la realidad.
PRECIO: NORMAL (9.99 + Bebida (¡¡¡un botellín de agua cuesta 1.90!!!)
CALIDAD: MALA (Excepto la pasta rellena, que se salva)
LIMPIEZA: ESCASA
MENÚ: BUFÉ LIBRE (COMIDA ITALIANA Y OTRAS)
SERVICIO: PRÁCTICAMENTE INEXISTENTE
NO CREO QUE ME VUELVAN A VER...
Dirección: Centro Comercial Plaza Imperial (Zaragoza) PLANTA 1 LOCAL 65
Teléfono: Todo un misterio...
Web: http://www.herbenfranquicias.com/index_mlp.htm